Este test detecta la existencia de ácidos nucleicos del SARS-CoV-2 en la muestra del paciente por reacción en cadena de la polimerasa (PCR), siendo esta técnica la de elección para el diagnóstico de la infección por coronavirus, ya que la sensibilidad y especificidad es superior al 99%.
Esta prueba detecta la presencia del virus en muestras nasofaríngeas desde los primeros momentos de la infección. La toma de muestra se lleva a cabo frotando con un hisopo (especie de bastoncillo alargado) la mucosa de la zona nasofaríngea, es decir, lo más dentro posible de los orificios nasales, hasta alcanzar la mucosa de la faringe.
Para la toma de esta muestra se utilizan hisopos en los que se inactiva el ARN viral para minimizar cualquier posibilidad de contagio.
La técnica de la PCR es más sensible y específica que otros métodos utilizados para el diagnóstico en laboratorio de la infección por coronavirus, sobre todo, en los primeros días de la infección.