El test ALCAT es un método utilizado para diagnosticar intolerancias alimentarias producidas por aditivos mediante un análisis de sangre en el cual se reproduce en el laboratorio la respuesta de nuestras células sanguíneas frente a 20 aditivos (colorantes y conservantes), los más habituales en alimentación.
Nuestro organismo es intolerante a un conservante o colorante cuando éste produce una reacción adversa que no está mediada por una respuesta alérgica. Las células sanguíneas humanas son susceptibles de reaccionar frente a ciertos aditivos, de modo que cuando esto ocurre, al reaccionar de forma intolerante frente a un aditivo, las células sanguíneas liberan sustancias nocivas que provocan una respuesta agresiva en nuestro organismo.
El Test Alcat estudia el comportamiento específico de nuestras propias células frente a cada aditivo. La reactividad frente a determinados alimentos nos da la pauta para determinar aquéllos que no son agresivos para nuestro organismo. No obstante, hay que tener en cuenta que con el Test Alcat no se diagnostica ningún tipo de enfermedad relacionada con los aditivos, como alergias, intolerancia al gluten (enfermedad celíaca), intolerancia a la lactosa, etc.
Partimos de una muestra de sangre total del paciente (para reproducir al máximo en el laboratorio las condiciones que se dan en el organismo), a la cual añadimos citrato sódico al 3.8% como anticoagulante. Una vez en el laboratorio, la muestra será puesta en suspensión en una solución neutra y posteriormente repartida en alícuotas de volumen idéntico, de manera que cada una de ellas se incubará en suave agitación con un extracto de aditivo, en condiciones optimizadas (pH, temperatura, etc) durante el periodo de tiempo estandarizado.
Se reserva también una porción de la alícuota que será sometida al mismo proceso que el resto, pero en ausencia de extractos, que funcionará como control negativo específico para el paciente. Al final del periodo de incubación, las muestras ya están preparadas para el análisis. El Test Alcat determina la reactividad celular por lectura citométrica, la cual está relacionada con la modificación del número y del tamaño celular. Los tipos celulares que analiza el test y que son diana de los efectos adversos que causa la intolerancia son linfocitos, granulocitos y plaquetas.
El equipo automatizado mide el tamaño (en micras), el volumen (en femtolitros), así como también el número de estos tipos celulares, estableciendo una curva de distribución que para cada sustancia a analizar, se compara con la curva control. Los resultados se expresan numéricamente en forma de histogramas. Este gráfico ordena las células de menor a mayor en las abscisas indicando para cada una de ellas la numeración del orden.
1. Agregación plaquetaria. 2. Población linfocitaria. 3. Células mixtas. 4. Población granulocítica
El histograma final tendrá diferentes formatos dependiendo del paciente y de los desórdenes encontrados. Para resultados normales, deben observarse dos picos: el pico situado más a la derecha tendrá un nivel más elevado que el de la izquierda.
Se han constatado variaciones en la tolerancia para un mismo paciente en relación con la frecuencia de ingestión o exposición. Por tanto, un aditivo analizado, no consumido por el paciente desde hace mucho tiempo, podrá dar un resultado negativo, y revelarse reactivo en caso de ingestión repetitiva.