La obesidad es un serio problema de salud pública que afecta a más de 300 millones de personas en todo el mundo, existiendo además cerca de otros 800 millones más que presentan sobrepeso. Datos recientes indican que el 15% de la población española ya sufre esta enfermedad y que más del 60% presenta sobrepeso. Este incremento de la prevalencia de obesidad se ha producido de forma más alarmante en los últimos 30 años y se debe a un problema de desequilibrio entre la cantidad de energía que aportamos con la ingesta de alimentos (comida) y el consumo de energía que gastamos con nuestra actividad (gasto energético). Este desequilibrio se produce por la influencia de dos factores: uno genético y otro ambiental.
En la mayoría de los casos las dietas que se siguen para reducir peso no suelen ser efectivas porque no se personalizan y son aplicadas con los mimos criterios para todos los pacientes. Sin embargo, todos los individuos no son iguales, porque su contenido genético es distinto, y, por otro lado, todos los individuos tampoco viven en las mismas condiciones ambientales. Por ello, lo que se hace necesario es un estudio de la carga genética de la persona (factor genético) y de las condiciones en las que habita (factor ambiental).
Como sabemos, tanto los factores genéticos como los ambientales ejercen sus efectos sobre el balance energético y la obesidad, es decir, sobre la forma en que aprovechamos la energía, tanto su consumo como su almacenamiento (reserva en tejido graso) y estos factores intervienen sobre nuestro comportamiento y nuestra fisiología.
La presencia de variantes de determinados genes, como los relacionados con el control de la ingesta y la saciedad, o con el mantenimiento energético, pueden hacer que estemos más predispuestos a la obesidad. Pero los genes se expresan en el ambiente, y es la interacción entre nuestros genes y nuestro ambiente lo que resulta más importante y lo que determina la presencia del sobrepeso o de la obesidad.
La carga genética (factor genético) de un individuo ofrece información acerca de:
El ambiente y, en consecuencia, el comportamiento de los individuos (factor ambiental) informa sobre:
Con esta información el organismo realiza un balance energético (gasto-aporte genético) y un almacenamiento de energía, lo que lleva al individuo a tener un peso determinado.
Los análisis genéticos de obesidad permiten conocer la carga genética del individuo y, en consecuencia, poder variar las condiciones ambientales del paciente y con la ayuda de la Clínica de Nutrición y Genética Madrid, conseguir el objetivo: disminuir el peso, con un tratamiento personalizado.