El cardo mariano tiene capacidad antitumoral
Un estudio del Instituto Catalán de Oncología (ICO), en Gerona, demuestra por primera vez la capacidad antitumoral en humanos de la silibinina, una sustancia natural presente en el cardo mariano.
La silibinina, una sustancia natural que se extrae de las semillas de la planta Silybum marianum (cardo mariano), es capaz de reducir las metástasis cerebrales de cáncer de pulmón resistentes a la quimioterapia y la radioterapia.
Así lo concluye un estudio del Instituto Catalán de Oncología (ICO), en Gerona, que se ha publicado en la revista Oncotarget. El papel antitumoral de la silibinina se había visto en modelos celulares y en ratones , pero es la primera vez en el mundo que se reporta eficacia del producto en humanos con cáncer.
Las propiedades medicinales de la silibinina se estudian en diversas enfermedades, entre ellas el cáncer. En el ICO Girona, en 2011 se inició una línea de investigación para explorar su actividad en cáncer de pulmón.
Los investigadores, encabezados por Javier Menéndez, jefe del Laboratorio de Metabolismo y Cáncer y miembro del programa Procure (Programa Contra la Resistencia Terapéutica del Cáncer) del ICO, en colaboración con Joaquim Bosch, del ICO Gerona, publicaron varios trabajos en 2013 que demostraban que la silibinina presentaba actividad antitumoral en líneas celulares y en ratones.
Uno de los retos principales, sin embargo, es la administración de la silibinina a los pacientes, ya que es una molécula que por vía oral se absorbe muy poco como consecuencia de su estructura química.
Reducción de las metástasis cerebrales
El estudio analiza los efectos de un suplemento oral que contiene silibinina y ha podido comprobar que reduce las metástasis cerebrales de dos pacientes con cáncer de pulmón avanzado entre un 70 y 85 por ciento. Los pacientes habían recibido previamente quimioterapia y radioterapia, pero sin experimentar mejoría.
Este descubrimiento abre nuevas opciones de tratamiento para este tipo de pacientes, pero también podría tener aplicación en metástasis cerebrales de otros cánceres, como el de mama o el melanoma, por ejemplo, así como en tumores cerebrales primarios como el glioblastoma multiforme.
Una de las limitaciones del estudio es que la silibinina sólo ha mostrado actividad contra las metástasis cerebrales, y no en las lesiones del resto del cuerpo. Los investigadores del ICO Gerona trabajan para entender cómo la silibinina actúa contra las metástasis cerebrales y para explorar nuevas formulaciones o combinaciones con otros fármacos que la hagan eficaz también en el resto del organismo.
Esta investigación se inició gracias a una ayuda concedida por la Fundación Roses Contra el cáncer, y se ha continuado con una de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) para grupos emergentes concedida en 2013. También se ha contado con el apoyo de la compañía farmacéutica Pfizer.